martes, 22 de enero de 2013

El Vaticano prepara un manual para ayudar a celebrar a los sacerdotes y asistir bien a la eucaristía


El cardenal prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos criticó abusos existentes como la espectacularización, en cambio elogió esos momentos de silencio “que son acción”, que le permiten al sacerdote y a los fieles hablar con Jesucristo, y que excluyen el predominio de la palabra, que muchas veces se convierte en protagonismo por parte del sacerdote. La actitud justa dijo, “es la indicada por san Juan Bautista, cuando dice que se eclipsa para dar lugar al Mesías”.

Ironizó sobre el “amenizar la misa” cuando se habla de los cantos. Pues, dijo, es necesario hacer entender el misterio que hace superar “el aburrimiento”, en lugar de transformar la misa en un espectáculo.

Añadió que en concreto el Concilio no habló de la misa cara al pueblo, de la importancia de Cristo en el altar, lo que le permitió a Benedicto XVI celebrar la misa en la Capilla Sixtina hacia el altar, lo que no excluye la cara al pueblo, en particular durante la palabra de Dios. Subrayó la necesidad de la noción del misterio, y de algunos particulares interesantes que se respetaban como el altar hacia el oriente, y que no se pierda el sentido sacrifical de la eucaristía.
 

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