EPÍSTOLA (COLOS. III, 12-17)
Virtudes y ambiente que saturaron el hogar de la Sagrada Familia de
Nazaréth y que deben saturar también todos los hogares cristianos,
dignos de tal nombre.
FRATRES: Indúite vos sicut elécti Dei, sancti, et dilécti, víscera misericordiæ, benignitátem, humilitátem, modéstiam, patiéntiam: supportántes ínvicem, et donántes vobismetípsis, si quis advérsus áliquem haber querélam: sicut et Dóminus donávit vobis, ita et vos. Super ómnia autem hæc, caritátem habéte, quod est vínculum perfectiónis. Et pax Christi exsúltet in córdibus vestris, in qua et vocáti estis in uno córpore: et grati estóte. Verbum Christi hábitet in vobis abundánter, in omni sapiéntia, docéntes, et commonéntes vosmetípsos psalmis, hymnis, et cánticis spirituálibus in grátia cantántes in córdibus vestris Deo. Omne quodcúmque fácitis in verbo aut in ópere, ómnia in nómine Dómini Jesu Christi, grátias agéntes Deo et Patri per ipsum.
HERMANOS: Revestíos como escogidos que sois de Dios, santos y amados, de entrañas de compasión, de benignidad, de humildad, de modestia, de paciencia sufriéndoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro; así como el Señor os ha perdonado, así habéis de hacerlo también vosotros. Pero sobre todo mantened la caridad, la cual es atadura de perfección. Y la paz de Cristo triunfe en vuestros corazones, a la cual fuisteis asimismo llamados para formar un cuerpo: y sed agradecidos. La palabra de Cristo en abundancia
tenga su morada entre vosotros , con toda sabiduría, enseñándoos y animándoos unos a otros, con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando de corazón con gracia las alabanzas de Dios. Todo cuanto hacéis, sea de palabra, sea de obra, hacedlo todo en nombre de nuestro Señor Jesucristo, dando por medio de El gracias a Dios Padre.
FRATRES: Indúite vos sicut elécti Dei, sancti, et dilécti, víscera misericordiæ, benignitátem, humilitátem, modéstiam, patiéntiam: supportántes ínvicem, et donántes vobismetípsis, si quis advérsus áliquem haber querélam: sicut et Dóminus donávit vobis, ita et vos. Super ómnia autem hæc, caritátem habéte, quod est vínculum perfectiónis. Et pax Christi exsúltet in córdibus vestris, in qua et vocáti estis in uno córpore: et grati estóte. Verbum Christi hábitet in vobis abundánter, in omni sapiéntia, docéntes, et commonéntes vosmetípsos psalmis, hymnis, et cánticis spirituálibus in grátia cantántes in córdibus vestris Deo. Omne quodcúmque fácitis in verbo aut in ópere, ómnia in nómine Dómini Jesu Christi, grátias agéntes Deo et Patri per ipsum.
HERMANOS: Revestíos como escogidos que sois de Dios, santos y amados, de entrañas de compasión, de benignidad, de humildad, de modestia, de paciencia sufriéndoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro; así como el Señor os ha perdonado, así habéis de hacerlo también vosotros. Pero sobre todo mantened la caridad, la cual es atadura de perfección. Y la paz de Cristo triunfe en vuestros corazones, a la cual fuisteis asimismo llamados para formar un cuerpo: y sed agradecidos. La palabra de Cristo en abundancia
tenga su morada entre vosotros , con toda sabiduría, enseñándoos y animándoos unos a otros, con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando de corazón con gracia las alabanzas de Dios. Todo cuanto hacéis, sea de palabra, sea de obra, hacedlo todo en nombre de nuestro Señor Jesucristo, dando por medio de El gracias a Dios Padre.
UNAM PETII a Domino, hanc requiram,
ut inhabitem in domo Domini omnibus
diebus vitæ meæ ;
Beáti, qui hábitant in domo tua, Dómine: in
ut inhabitem in domo Domini omnibus
diebus vitæ meæ ;
Beáti, qui hábitant in domo tua, Dómine: in
sǽcula sæculórum laudábunt te.
Allelúia, allelúia. ℣. Vere tu es Rex
abscónditus, Deus Israël Salváor. Allelúia
UNA sola cosa pedí al Señor, y ésta
buscaré: que pueda morar en la
casa del Señor toda mi vida.
Dichosos los que habitan en tu casa Señor.
Por los siglos de los siglos te alabarán.
Aleluya, aleluya. ℣. Tú eres el Rey
desconocido, oh Dios Salvador de Israel.
Aleluya.
EVANGELIO (SAN LUCAS II, 42-52)
CUM FACTUS esset Jesus annórum duódecim, ascendéntibus illis Jerosólymam secúndum consuetúdinem diéi festi, consummatísque
diébus, cum redírent, remánsit púer Jesus in Jerúsalem, et non cognovérunt paréntes ejus. Existimántes autem illum esse incomitátu, venérunt iter diéi, et requirébant eum inter cognátos et notos. Et non inveniéntes regrési sunt in Jerúsalem, requiréntes eum. Et factum est, post tríduum invenérunt illum in templo sedéntem in médio doctórum, aujdiéntem illos, et interrogántem eos. Stupébant autem omnes, qui eum audiébant, super prudéntia et respónsis ejus. Et vidéntes admiráti sunt. Et dixit mater ejus ad illum: Fíli, quid fecísti nobis sic? Ecce pater tuus et ego doléntes quærebámus te. Et ait ad illos: Quid est quod me quærebátis? Nesciebátis, quia in his, quæ Patris mei sunt, opórtet me esse? Et ipsi non intellexérunt verbum, quod locútus est ad eos. Et descéndit cum eis, et venit Názareth: et erat súbditus illis. Et mater ejus conservábat ómnia verba hæc in corde suo. Et Jesus proficiébat sapíentia, et ætáte, et grátia apud Deum, et hómines.
"CUANDO tuvo Jesús doce años, subieron sus padres a Jerusalén, según la costumbre del día de la fiesta, y acabados aquellos días, cuando se volvían, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtiesen. Y creyendo que él estaba con los de la comitiva, hicieron una jornada de camino y le buscaban entre los
parientes y conocidos. Y como no le hallaban, se volvieron a Jerusalén en busca suya, hasta que, al cabo de tres días, le hallaron en el templo, sentado en medio de los Doctores, escuchándolos y preguntándolos. Todos cuantos le oían se pasmaban de su sabiduría y de sus respuestas. Y cuando le vieron se admiraron. Díjole entonces su madre: Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo angustiados te buscábamos. Y les respondió: ¿Para qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo emplearme en las cosas de mi Padre? Mas ellos no entendieron la palabra que les habló. Y descendió con ellos y vino a Nazaret: y les estaba sumiso. Y su Madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría, y en edad, y en gracia, delante de Dios y de los hombres.
CUM FACTUS esset Jesus annórum duódecim, ascendéntibus illis Jerosólymam secúndum consuetúdinem diéi festi, consummatísque
diébus, cum redírent, remánsit púer Jesus in Jerúsalem, et non cognovérunt paréntes ejus. Existimántes autem illum esse incomitátu, venérunt iter diéi, et requirébant eum inter cognátos et notos. Et non inveniéntes regrési sunt in Jerúsalem, requiréntes eum. Et factum est, post tríduum invenérunt illum in templo sedéntem in médio doctórum, aujdiéntem illos, et interrogántem eos. Stupébant autem omnes, qui eum audiébant, super prudéntia et respónsis ejus. Et vidéntes admiráti sunt. Et dixit mater ejus ad illum: Fíli, quid fecísti nobis sic? Ecce pater tuus et ego doléntes quærebámus te. Et ait ad illos: Quid est quod me quærebátis? Nesciebátis, quia in his, quæ Patris mei sunt, opórtet me esse? Et ipsi non intellexérunt verbum, quod locútus est ad eos. Et descéndit cum eis, et venit Názareth: et erat súbditus illis. Et mater ejus conservábat ómnia verba hæc in corde suo. Et Jesus proficiébat sapíentia, et ætáte, et grátia apud Deum, et hómines.
"CUANDO tuvo Jesús doce años, subieron sus padres a Jerusalén, según la costumbre del día de la fiesta, y acabados aquellos días, cuando se volvían, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtiesen. Y creyendo que él estaba con los de la comitiva, hicieron una jornada de camino y le buscaban entre los
parientes y conocidos. Y como no le hallaban, se volvieron a Jerusalén en busca suya, hasta que, al cabo de tres días, le hallaron en el templo, sentado en medio de los Doctores, escuchándolos y preguntándolos. Todos cuantos le oían se pasmaban de su sabiduría y de sus respuestas. Y cuando le vieron se admiraron. Díjole entonces su madre: Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo angustiados te buscábamos. Y les respondió: ¿Para qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo emplearme en las cosas de mi Padre? Mas ellos no entendieron la palabra que les habló. Y descendió con ellos y vino a Nazaret: y les estaba sumiso. Y su Madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría, y en edad, y en gracia, delante de Dios y de los hombres.
DÓMINE
Jesu Christe, qui Maríæ et Joseph súbditus, domésticam vitam
ineffabílibus virtútibus consecrásti: fac nos, utriúsque auxílio Famíliæ
sanctæ tuæ exémplis ínstrui; et consórtium cónsequi sempitérnum: Qui
vivis et regnas.
SEÑOR Nuestro Jesucristo, que sujeto a María y a José, consagraste con inefables virtudes la vida doméstica: haz por intercesión de ambos, que sepamos instruirnos con los ejemplos con los ejemplos de tu Sagrada Familia, y conseguir su eterna compañía en el cielo. Tú que con Dios Padre.
SEÑOR Nuestro Jesucristo, que sujeto a María y a José, consagraste con inefables virtudes la vida doméstica: haz por intercesión de ambos, que sepamos instruirnos con los ejemplos con los ejemplos de tu Sagrada Familia, y conseguir su eterna compañía en el cielo. Tú que con Dios Padre.