La naturaleza grandemente pastoral de la Forma Extraordinaria
Durante los últimos 10 años he asistido a unas cuantas misas en la Forma Extraordinaria. Usualmente voy solo y a veces con mis amigos más católicos, pero este fin de semana llevé a un grupo de estudiantes de escuela superior y sus padres. Para todos ellos fue su primera experiencia con la Forma Extraordinaria.
La mayoría no tenían mucho entusiasmo al entrar (no iban a entender el idioma, el sacerdote mirando "para donde no era"), pero al terminar estaban haciendo planes con entusiasmo para la próxima vez en que podían coordinarse y hacer esto de nuevo.
Escuché muchas de la reacciones que se pueden esperar, o sea, que era más reverente, más santa, más íntima. Lo que me pareció interesante fue la variedad de métodos que cada uno adoptó en la misa. Entre los padres y estudiantes había variedad en personalidades, espiritualmente e intelectualmente, pero todos supieron por intuición cómo participar en la misa con entusiasmo. Algunos insistieron en seguir el misal todo el tiempo, mientras otros (que llegaron en otro carro y no tuve la oportunidad de orientarlos sobre qué esperar) ni tan siquiera tomaron un misal. Algunos asumieron el reto de tratar de entender aquella oración o aquel gesto, otros no lo hicieron. Nadie tuvo problemas tratando de seguir la misa.
Para mí, la Forma Extraordinaria ha servido para refugiarme ocasionalmente de nuestra misa en la Forma Ordinaria que no está bien organizada y que no es muy inspiradora, y, si asistía a la Forma Extraordinaria con amigos, sentía que era la misa "para los nenes grandes"; algo para aquellos con una buena educación en teología y con gran entusiasmo por la Iglesia en general. Mi experiencia de hoy me ha llevado a reflexionar sobre la naturaleza grandemente pastoral de la Forma Extraordinaria.
En mi educación teológica (a nivel de pos-grado) constantemente se recalcó que debemos "salir al encuentro de la gente en donde están", y que debemos ser prudentes al confrontar a la gente con las enseñanzas más difíciles de la Iglesia. Hoy me impresionó cómo la Forma Extraordinaria hace esto, y lo hace sin esfuerzo. Yo y el resto del equipo pastoral hacemos malabares frecuentemente para tratar de salir al encuentro de la gente en donde están; con la Forma Extraordinaria, esto se logró, aparentemente, sin que nadie tan siquiera lo intentara. La Iglesia lo hizo todo por nosotros.
Espero tener la oportunidad de ir a muchas misas en la Forma Extraordinaria en el futuro, pero ya no la voy a ver como la misa para los avanzados. ¡Ahí realmente hay algo para todos!
La Forma Extraordinaria es más fácil que la Novus Ordo
Acabo de leer la entrada donde compartió la observación de un lector sobre la naturaleza pastoral de la Misa Tradicional. A mí me pasó algo similar. Fui a mi primera Misa Tradicional, la de Todos los Difuntos, el 2 de noviembre. Unos días antes estaba hablando con nuestro sacerdote y le pedí que nos dijera cuál era la mejor manera de prepararnos para la Misa Tradicional. Su respuesta me sorprendió.
Él dijo que para el primer par de veces, no debemos tratar de seguir o leer en el misal. Debemos prepararnos y participar en una forma parecida a cómo lo haríamos para la Exposición del Santísimo - oración y meditación en silencio, mientras aprovechábamos la belleza de la misa sin distraernos al tratar de seguir un texto. Eso se podía dejar para después.
La forma más antigua de la Misa, explicó, en realidad es más fácil para personas a cualquier nivel, cualquier estado mental o cualquier lugar espiritualmente hablando. Básicamente, es más fácil para todos. Aquellos que quieran seguir la acción en el santuario lo pueden hacer y sacarle gran provecho. Los que no están listos para seguirla pueden participar de la manera más apropiada para ellos.
Mi sacerdote no es anti-Novus Ordo. Él dijo que la forma de participación que el Novus Ordo requiere es buena para las personas que entienden los textos, que están bien preparados teológicamente y que están en el estado mental correcto. Lamentablemente, esto no describe a la mayoría de los que asisten a la Misa Novus Ordo. La desventaja, en mi opinión, es que es demasiado fácil que la gente se filtre por los huecos, que sólo digan las respuestas sin poner su mente o corazón en ellas. Si la gente no tiene la disposición correcta, la "participación activa" obligatoria puede ser una distracción.
Fui a la Misa Tradicional con este consejo, e hice exactamente lo que él sugirió; oré, lo disfruté y no me preocupé por seguir lo que estaba sucediendo. Llevé conmigo a un semi-ateo de la "Nueva Era", un evangélico, mi esposa católica de cuna que nunca había ido a una Misa Tradicional, nuestros dos hijos mayores y mi hermano protestante. (Interesantemente, en mi experiencia a los que no son católicos le interesa más ir a la Misa Tradicional que a la Novus Ordo.) Les dije lo mismo que mi sacerdote había dicho. Hablando después de la misa, todos estuvieron de acuerdo que era muy hermosa y que era una buena manera de participar; hasta el menos católico y el menos "preparado" podía sacarle mucho provecho a esto. (Por esta razón también creo que habrían muchas más conversiones con más Misas Tradicionales.)
Por supuesto, en el futuro sí espero obtener un misal para seguir la misa. Pero por ahora estoy contento con este método.
La parte que todavía es una sorpresa que me place es: ¡que la Misa Tradicional es *más fácil* que la Novus Ordo! Si me lo hubiese preguntado hace un mes, no lo hubiese pensado; es en latín, es más profunda, más intricada teológicamente, etc. - hubiese presumido que ya que hay más para sacarle, sería más difícil.
Pero mi sacerdote estaba en lo correcto: es más fácil. El hecho de que "ahí realmente hay algo para todos" la hace más fácil. Es "la misa para avanzados", pero también la misa para los débiles, los pobres, los que sufren, los alegres, los ignorantes - es la misa para todos. Como su lector dijo, "sale al encuentro de la gente en donde están" sin el menor esfuerzo.
Verdaderamente es más fácil para los fieles participar al nivel en el que estén, cualquiera que sea, y por esa razón es más pastoral.
Traducción de Una Voce Puerto Rico